¿Sabías que las reparaciones son una cosa y el mantenimiento es otra totalmente distinta? De hecho, gracias a un buen mantenimiento, el número de reparaciones puede disminuir, e incluso desaparecer si el coche es de buena calidad y relativamente nuevo.

En este artículo te traemos una guía de consejos para el mantenimiento de tu vehículo. Desde la revisión de líquidos hasta el cuidado de frenos y neumáticos, ¡te explicamos lo que necesitas saber!

Las claves para un buen mantenimiento

Estar pendientes de todo lo que ocurre en la carretera es indispensable, pero también lo es mantener adecuadamente nuestro vehículo.

1. Mantenimiento de los líquidos.

Los sistemas mecánicos y la maquinaria en sí de un vehículo dependen de varios tipos de fluidos, lubricantes o líquidos para que estos sistemas funcionen correctamente. Sin estos líquidos, estos sistemas se desgastarán y fallarán rápidamente.

• Revisión del Aceite de Motor: Las piezas se recubren con una película que minimiza drásticamente tanto la fricción como la cantidad de calor producido. Por ello, verificar el nivel de aceite regularmente con la vara medidora es una de las mejores prácticas en cuanto a mantenimiento.
• Revisión del Aceite de Transmisión Similar al aceite del motor, es crucial para el funcionamiento sin fricciones de la caja de cambios y, por ende, las marchas. Con el tiempo, este aceite suele descomponerse debido al calor y la presión, lo que puede disminuir su rendimiento o incluso inducir al fallo completo del sistema de transmisión. 
• Líquido de Frenos: Ayuda a transferir el movimiento y la fuerza que se crea cuando se presiona el pedal del freno. Además, evita que la humedad generada hierva en el en el frenado, y cause un fallo mayor en el sistema hidráulico. 
• Líquido de Dirección: Es esencial para facilitar el giro del volante. También ayuda a lubricar y proteger los componentes del sistema contra la corrosión. 
• Anticongelante: Su función es proteger el motor contra el sobrecalentamiento y la congelación. Verifica su nivel y calidad regularmente, especialmente en épocas de temperaturas extremas.

Pasado cierto tiempo, es especialmente importante reemplazar el aceite usado. Utilizar el aceite recomendado por el fabricante, así como ponerse en manos de profesionales para todo este proceso.

2. Revisión de los filtros

El motor es una de las piezas más importantes de cualquier vehículo. Consequentemente, es una de las averías más temidas por los propios conductores, a sabiendas de que la reparación del motor suele ser un gasto imprevisto considerable.

Es por ello que revisar los filtros, para que el sistema de alimentación del motor se mantenga en óptimas condiciones se convierte en una tarea esencial en la prevención proactiva de reparaciones tan molestas como necesitar el recambio de un motor.  

3. Cómo revisar la correa de distribución

La correa de distribución es una parte esencial en la sincronización del movimiento de las válvulas de un vehículo. Verificar su estado regularmente permitirá detectar cualquier fallo a tiempo, y cambiarla en caso de necesidad. No te olvides de seguir las recomendaciones del fabricante para evitar fallos catastróficos del motor. 

4. Mantenimiento de frenos

Cuando ya estás habituado a tu vehículo, lo conoces tan bien que al mínimo fallo en la frenada, notas que algo no está yendo como debe. 

El sistema de frenos es, sin lugar a dudas, uno de los componentes más importantes a la hora de asegurar una correcta conducción. Cualquier pequeño ruido extraño, o cualquier frenada en la que el sistema no responda como debería, habrá de ponernos en alerta.

5. Revisar el estado de los neumáticos

Otro de los consejos indispensables para el buen mantenimiento de un vehículo es constatar que los neumáticos estén siempre en perfectos condiciones. 

De hecho, cuando hablábamos de fallos mecánicos y técnicos como causa de los accidentes, un alto porcentaje de los mismos vienen derivados precisamente de un mal estado de los neumáticos. 

El desgaste natural de los mismos, por la propia conducción, hace que su revisión se vuelva imperdonable al menos un par de veces al año. 

Es necesario contar con buenos neumáticos, aunque haya que gastarse un poco más en ellos, ya que la calidad de los mismos nos asegurará un mejor agarre a la carretera, una frenada más certera y, en definitiva, una conducción más cómoda.

6. Revisión de las luces

Los faros del coche son indispensables para una buena conducción en condiciones de baja visibilidad. Ya sea por la noche, o incluso cuando hay niebla o lluvia, tener en buenas condiciones el sistema de luces nos ayudará a conducir mucho mejor. 

Tanto es así que, en muchas ocasiones, los problemas con los faros son los que han provocado los sustos o accidentes en carretera. No podemos arriesgarnos a que el coche falle en cuanto a las luces, así que una revisión adecuada debe ser prioritaria en nuestro mantenimiento. 

7. Cambiar los limpiaparabrisas

Si, las luces son importantes para conducir con una buena visibilidad, los limpiaparabrisas se vuelven un salvavidas cuando hay lluvia de por medio. El sistema debe funcionar como un reloj y permitirnos la mejor visión posible a través de la luna delantera del coche. 

Los revisaremos habitualmente, sobre todo cuando lleguen los meses más lluviosos, y en caso de comprobar desgaste, los sustituiremos por unos más nuevos. Cualquiera que haya tenido que conducir bajo un buen chaparrón es consciente de la importancia de tener buenos limpiaparabrisas en su vehículo. 

La importancia de las reparaciones y el mantenimiento de vehículos

Con el tiempo, se han implementado modificaciones continuas para mejorar no solo el rendimiento de los vehículos, sino también la seguridad al volante. La creación de estos sistemas tan avanzados demuestra la importancia que tiene el mantenimiento de un vehículo para su correcta utilización. 

Es por eso que siempre se recomienda realizar una revisión del vehículo en un taller especializado antes de cualquier viaje de larga duración. También es el motivo de que exista la tan discutida ITV, para poder seguir circulando.

La seguridad, por encima de todo

Si analizamos los datos recogidos por aseguradoras y talleres, la mayoría de accidentes que se producen en la carretera tienen que ver con fallos mecánicos o como resultado de un cúmulo de factores (Desde descuidos del propio conductor al mal estado de la vía en cuestión).

Sin embargo, el buen o mal mantenimiento del coche puede hacer que un accidente se quede en un susto, o que sea mucho más grave de lo que podríamos imaginar. Aunque pueda resultar molesto, teniendo en cuenta el impacto económico que pueden suponer algunas facturas, la seguridad debe estar por delante. 

En Bumper entendemos que las facturas de reparación pueden resultar abrumadoras, pero estamos aquí para ayudarte a gestionar esa carga. Divide el coste de tu factura en cuotas sin intereses.